Sinopsis
Intentar detener a Olimpia Wimberly es tan absurdo como intentar frenar un tren de mercancías con la cabeza. Lleva años al mando de un equipo clandestino encargado de solucionar crisis que ni la policía ni el FBI pueden resolver. Pero por primera vez, tras una misión, termina en el hospital.
Es allí donde un anciano al borde de la muerte la reconoce. Se trata de un hombre indocumentado y sin huellas dactilares que acaba de escapar de la cabaña donde lo han tenido secuestrado los últimos treinta años. ¿Quién es? ¿De qué la conoce? ¿Acaso la confunde con otra persona? Olimpia decide investigar al desconocido y descubrir qué esconde. Sin embargo, ni se imagina que, para ello, tendrá que hurgar en las heridas del pasado que incluso se oculta a sí misma.
María Frisa vuelve a demostrarnos su capacidad para tensionar las tramas e introducir giros inesperados. En esta historia nos lleva desde las altas esferas del Washington D.C. actual hasta el Nueva York de los años ochenta en un ambiente de lujo, desenfreno, amores prohibidos y secretos inconfesables.
Opinión personal
Tenía muchas ganas de acercarme a esta autora ya que, a pesar de tenerla siempre como autora propuesta, por diferentes motivos nunca me decidí a leer una novela suya.
Esta novela arranca con ritmo y agilidad, con una historia interesante y que genera en el lector muchas ganas de seguir leyendo. Esto es gracias a los capítulos cortos, algo que me gusta mucho y también a las descripciones de los personajes. El uso del pasado y el presente para ir narrando cosas de los personajes de la novela da una visión más global de ellos y permite crearte una imagen más certera del personaje en cuestión.
A pesar de que arranca con mucha agilidad luego la novela toma un carácter más tranquilo en cuento a forma de narrar se refiera desde mi punto de vista.
Me ha gustado mucho la trama de la novela, quizás para mi sobran algunas anécdotas, pero en general es una lectura que recomiendo.