La primera reseña del año viene de la mano de mi colaboradora habitual, @hemedi89, que nos reseña la novela de María Oruña.
Sinopsis
A comienzos del siglo XIX, el doctor Vallejo viaja de Valladolid a
Galicia junto con Marina, su joven hija, para servir como médico en un poderoso
monasterio de Ourense. Allí descubrirán un mundo y unas costumbres muy
particulares y vivirán la caída de la Iglesia y el fin definitivo del Antiguo
Régimen. Marina, interesada en la medicina y la botánica pero sin permiso para
estudiar, luchará contra las convenciones sociales que su época le impone sobre
el saber, el amor y la libertad y se verá inmersa en una aventura que guardará
un secreto de más de mil años.
En nuestros días, Jon Bécquer, un inusual antropólogo que trabaja
localizando piezas históricas perdidas, investiga una leyenda. Nada más
comenzar sus indagaciones, en la huerta del antiguo monasterio aparece el
cadáver de un hombre vestido con un hábito benedictino propio del XIX. Este
hecho hará que Bécquer se interne en los bosques de Galicia buscando respuestas
y descendiendo por los sorprendentes escalones del tiempo.
Opinión personal
Nos encontrados con dos historias en una.
Interconectadas por el hilo del tiempo, y que sin embargo esconden vidas muy
dispares. La historia del pasado esconde la vida de una mujer que lucha contra
los estereotipos de su tiempo, que persigue sus sueños y sus anhelos;
enfrentándose a una España de desamortizaciones, luchas entre la Iglesia y los
liberales, donde una mujer no podía ni tenía opciones a desarrollarse
profesionalmente. Y una historia del presente, más banal, en principio, sobre
la búsqueda de unos anillos perdidos; y que sin embargo nos hará entender el
funcionamiento de una sociedad rural que intenta proteger su historia y su
patrimonio por encima de todo.
La historia te mantiene alerta durante toda la
novela, buscando siempre ese “un capítulo más”; lo cual es algo muy positivo,
ya que terminas prácticamente devorándola. Además, nos encontramos con un
enclave único para soñar a través de las páginas. El maravilloso parador de
Santo Estevo. Quien lo conozca podrá vivir aún más en primera persona estas
historias; ya que tanto la del pasado como la del presente están situadas en el
antiguo monasterio de Santo Estevo, actual parador; y quien no lo conozca como
yo, seguro que después de leer la novela tendrá una reserva para vivirlo con
sus propios ojos. Arte e Historia viva escondida entre sus piedras.
El lugar es mágico. La magia de Galicia. De
sus meigas, sus bosques, sus aguas y sus gentes maravillosas. La magia oculta
detrás de nueve anillos desaparecidos; y que tras la publicación de la novela
aparecieron cuatro en este mismo monasterio. ¿Casualidad?
Lo cierto es que la historia del presente se
centra en varios personajes principales: un investigador de arte, una
restauradora, y varios párrocos de la zona. Si habéis leído las noticias habéis
podido observar las similitudes premonitorias o de forma consciente del
descubrimiento de los cuatro anillos de los Obispos. Sea como fuere, la
historia engancha. Engancha antes de conocer que aparecerían en el monasterio; pero
el descubrimiento ha hecho que leer la novela sea aún más fascinante.
A lo largo de las páginas te conviertes en un
viajero en el tiempo, que se va adaptando a cada situación, a cada escena, y a
las diferentes formas de pensar de cada época. Sin embargo, ese hilo temporal
se une para formar una historia completa, bien hilada, bien contada y tan bien documentada,
que la leyenda de los nueve anillos, dejó de ser una leyenda…
Hola Clara y muy feliz año!! Ya casi lo atrapo, creo que va a gustarme mucho tambien.
ResponderEliminarGracias y abrazo.
Siempre he querido ser viajera en el tiempo 🤗 no puedo resistirme.
ResponderEliminarBesos 💋💋💋
Lo tengo en la estanteria esperando y acabas de darme un empujoncito con tu reseña.
ResponderEliminarBesotes!!
Me gustó mucho esta historia. Mäs de lo que esperaba. Me animó a leer más libros de la autora cosa que, desafortunadamente, todavía no he hecho. Besos
ResponderEliminarLo leí cuando salió y me gustó mucho. Casualmente, hacía unos meses que había visitado el parador con lo que me gustó aún más
ResponderEliminarBesos